El amor no se cancela

No era la boda que habían imaginado. Fue una boda íntima, su plan B de boda, de esos que se han puesto de “moda” por obligación tras en confinamiento y con la actual situación de la COVID-19. Arantxa Cañadas y Pablo Urba se casaron el pasado 21 de agosto. No era su boda planeada, pero ellos han sabido sacar lo mejor de esta crisis y han vuelto a los inicios. Han descubierto algo que, aunque ya sabían, a veces olvidamos, y es que ELLOS son el centro de todo. Su amor es lo que gira su mundo. No iban a cancelar su boda porque el amor, no se cancela.

Arantxa, diseñadora de moda, emprendedora e influencer tiene un atelier de novias en Madrid. Gracias a eso, nos conocimos en uno de nuestros cursos a los que acudió como proveedora y mujer inspiradora y empoderada. Nunca nos imaginamos que al cabo de poco tiempo nos llamaría para organizar su boda, pero así fue. A partir de ahí, empezamos a trabajar con ellos con muchísima ilusión. Un lugar increíble, el catering, música y todo lo necesario para crear la boda que imaginaban junto a familiares y amigos.

Fue a partir de la aplicación del estado de alarma cuando empezamos a sentir que nada iba a ser igual. Aunque esperamos unos meses, finalmente y tras una larga videollamada, Arantxa y Pablo decidieron posponer su boda a 2021. Fue un jarro de agua fría, la verdad. Tanta ilusión y tanto trabajo… en ese momento parece que 2021 nunca va a llegar nunca.

Pero pronto empezamos a pensar en un Plan B. Ellos no querían cancelar su boda civil y la ilusión volvió al instante al pensar en ese momento en el que se iban a convertir en marido y mujer, acompañados de sus familiares más cercanos. Y, por supuesto, un vestido de novia. El Plan B empezaba a coger forma. Teníamos la boda civil, un bonito restaurante y el vestido estaba en marcha, en manos de Araceli, la madre de Arantxa y patronista de su atelier, Tulle Rouge Novias. ¿Puede haber algo más bonito que sea tu madre la que confeccione tu vestido de novia? ¡WOW!

Quien conoce a Arantxa sabe que ella es ternura y sensibilidad, pero a su vez esconde una fortaleza y vitalidad absolutamente inspiradora. Por eso, cuando nos escribió para decirnos que había pensado en que creáramos un bonito rincón para hacer una sesión de fotos para su boda, no nos extrañó. El PLAN B se convertía en PLANAZO B.

El lugar para la sesión de fotos era una sorpresa de Arantxa a Pablo. A él le encantan las fábricas abandonadas y en especial una que descubrió hace poco cerca de casa y a la que se escapa a menudo con su cámara. Y ese fue el sitio elegido.

Y AHORA viene cuando ¡nos ponemos en marcha! Fue todo un reto conseguir el espacio y ambiente perfecto para ese momento tan especial. Pero cuando conoces a los novios y te emocionas con ellos, todo es más fácil. El lugar, con ese estilo industrial que evoca nostalgia nos ayudó a crear un ambiente moderno, romántico y bucólico con el que identificamos a Arantxa y Pablo.

Ella con su vestido transformable… ¡un espectáculo! Compuesto por minifalda y crop top de perlas bordadas en una red metalizada y sobrefalda de tul. Acompañado de unos zapatos de tacón cuadrado con perlas también, igual que su mascarilla. Una sencilla coleta con ondas y un delicado tocado fue su peinado elegido.

Fue un día increíble, Pablo y Arantxa se vieron por primera vez en la fábrica. Pablo de espaldas y Arantxa acercándose a él. En las fotos de Pólvora Negra se puede intuir la emoción, a flor de piel. Y Pablo se dio la vuelta. Es entonces cuando todo cobró más sentido aún.